El año ha comenzado financieramente con un tema estrella: el #fiscalcliff o el abismo fiscal de la economía americana. «In extremis» un acuerdo político parcial en EEUU ha evitado la aplicación de duras medidas fiscales (subidas de impuestos) para contener el déficit… esto os suena, ¿no?, y los duros efectos sobre la gran mayoría de la población, ¿también, no?
Europa sabe mucho de #fiscalcliff, es más lo llevamos viviendo unos cuantos años y todos somos conscientes que aún queda para rato. EEUU parecía quedar al margen, pero lo cierto era que su situación financiera no invitaba al optimismo. Si echamos un vistazo fiscal al resto del mundo, la cosa tampoco pinta muy bien, aunque bien es cierto que en Asia y África el tema impositivo no tiene nada que ver.
A todo esto tenemos que sumar la presión social hacia la ingeniería fiscal que permite legalmente que empresas líderes multinacionales paguen porcentajes ridículos en sus impuestos de beneficios… ¡¡ya tenemos un nuevo tema de debate para 2013 !!
La parte positiva es que ese debate es necesario y urgente. Primer punto importante: Dónde van mis impuestos. Llevamos años hablando de la importancia de los emprendedores, corriente que ha ido evolucionando y que ha llegado hasta la puesta en marcha de nuevos modelos de negocios sociales (que buscan un mix entre ganar dinero y dar un servicio social). Esto es importante porque servicios sociales son necesarios para para garantizar una vida en comunidad y entre todos tenemos que contribuir. El segundo aspecto importante es la gestión de ese dinero. Bueno, aquí creo que está claro que con «chorizos» y derrochadores no vamos a ningún lado. Como sociedad tenemos que tener tolerancia cero con esto, y no solo por el dinero malgastado, sino que moralmente es indignante y hunde ese valor de bien común que todos necesitamos. Y por último… ¿Es rentable pagar impuestos?
Yo siempre me hago esa pregunta porque creo que ese esfuerzo tiene que servir para algo. Discutimos si tal país tiene un 12% frente a otro que tiene un 25%, pero no se discute lo que te aporta socialmente el país en el que pagas un 25%. Yo lo llamo la rentabilidad del impuesto. Imaginaos que al Ministro de Economía del país X se le diera por incrementar un 10% el impuesto, pero que a cambio redujera un 90% los trámites ahorrándome muchas horas de trabajo, que además me facilitase poner en marcha proyectos nuevos, con canales de financiación ágiles y flexibles, que incentive y proteja al que lo arriesga todo, con acceso inmediato al conocimiento de unas nuevas universidades orientadas a crear cosas, con mayor seguridad jurídica y con un servicio social y de educación nuevo donde la creatividad, la gestión de las emociones y el desarrollo del talento fuera generalizado…
Como estas ideas hay mil más, e implican replantear la cultura global de los impuestos y el servicio público. Lo que está claro es que si pagar impuestos no te aporta nada, la gran mayoría no estará motivado a pagar, y las empresas y ciudadanos seguirán recurriendo a la ingeniería fiscal. Y si a esto se suma una pésima gestión del dinero público… apaga y vámonos!
Esperemos que los debates sobre el fiscalcliff ayuden a transformar el sistema hacia algo más serio y más justo para todos!
Foto: http://www.worth1000.com/entries/523455/no-taxes