De todos es sabido que en los próximos años las economías occidentales se enfrentan a crecimientos económicos bajos. Este entorno afecta a las expectativas y al potencial de creación de riqueza, y por consiguiente, a la valoración económica de los proyectos. ¿Esto significa qué todos los proyectos empresariales valen hoy menos? Yo creo que no. Si creyera lo contrario, hubiera cogido hace años las maletas y estaría en un país emergente. 😉
Ahora, más que nunca, la clave está en la gestión de lo que no se ve, de lo intangible de las personas y de los negocios. La crisis se ha cargado muchas cosas tangibles, y entre ellas nada más ni nada menos que la financiación, pero la capacidad de motivar y desarrollar el talento, las habilidades y la productividad de las personas sigue ahí.
Esta crisis nos ha quitado cosas, pero debemos compensar estas limitaciones. Conocer lo que realmente motiva a las personas y llevarlo a cabo en las empresas es la alternativa, es la solución para conseguir un alto valor económico en el mal entorno en el que estaremos.
Ahora debemos reflexionar sobre lo que realmente motiva a los trabajadores. Existe mucha literatura sobre la motivación, pero yo os dejo los videos de Daniel H Pink, experto en estrategia y transformación económica y autor de A Whole New Mind y Drive (La sorprendente verdad de qué nos motiva)
http://www.youtube.com/watch?v=wUIvS7KL2Ik
http://www.youtube.com/watch?v=mMZmcDlLeSY
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Un ejemplo con el método de valoración DFC de esta nueva perspectiva: si ahora hablamos de g (tasa de crecimiento futuro constante) más reducidas por la caída de comercio y la inversión, debemos sumarle ahora una nueva variable (m) que mida el grado de motivación con el que se gestiona el proyecto empresarial.
Motivación 1.0, es la básica, la que explica que comemos porque tenemos hambre. Para mi esto vale (m)=0, no aporta nada diferenciador a la g asociada al proyecto
Motivación 2.0, que es la motivación por medio del «bonus», famosos por incentivar decisiones cortoplazistas que han ayudado a engrandecer la crisis financiera. Para este sistema yo lo ponderaría con (m)=0,5
Motivación 3.0, la que recoge los principios defendidos por Daniel H Pink y muchos otros, que ponderaría en (m)>1
Creo que lo realmente importante es que usando el método que veamos más oportuno, deberíamos introducir una variable que mida qué grado de motivación existe, cómo éste se asimila y se integra en la cultura de la empresa y cómo afecta a la capacidad de producción y venta. Si todo está alineado, ponerlo como punto del business plan y medirlo es una interesante evolución en la valoración económica de una empresa. Todos sabemos que un indicar que se mide, se pone por escrito, se hace un seguimiento… lo tomamos en serio.
Occidente, Europa y España pueden y deben seguir apostando por la creación de riqueza. Un dato: 18 de las 30 compañías en el DowJones Industrial Index nacieron durante una crisis
Os dejo una entrevista a Daniel H Pink en el Semanal XL
Los argumentos son muy interesantes, aunque probablemente para aplicarlos en un entorno local como el nuestro sería necesario buscar tanto la organización como las personas adecuadas. Me viene a la mente mucha gente que como empleado sería tan incapaz de desarrollarse profesionalmente con estos conceptos como los directivos de sus empresas.
Supongo que en cierto modo supone un cambio de mentalidad a todos los niveles, no sólo la dirección general.
Al igual que las empresas deben tener unos objetivos y estrategias («deben tener» no significa que las tengan) las personas tendrán unos objetivos vitales. La mejor motivación será la que alinea ambos objetivos dentro de lo posible. Estos planteamientos parece que van precisamente en ese camino.
Recuerdo lo que me decías… el futuro pasa por saber valorar lo intangible. Sabes que estoy contigo, y visto que todo lo que ha sucedido en el entorno penaliza y dificulta la creación de valor, creo que tenemos necesariamente que probar cosas nuevas, y la gestión de la motivación es algo de lo que mucho se habla pero que poco lo practicamos. Incluirlo formalmente en un proceso tan importante como el de valoración puede ayudar al cambio, ¿no crees?. La práctica, como dicen los expertos, es compleja… y más si reflexionamos incluso fuera del campo de la empresa. Nuestras propias vidas transcurren con grandes déficit de motivación, de agradecimiento, de felicidad…. por lo que pasarlo al mundo de la empresa…. es casi como un viaje al espacio exterior… pero algo diferente habrá que hacer, ¿no?
Interesante…
¡Ojo al tonto motivado! (E. Duró dixit)
cierto 😉
Si existe esta figura, lo ponderaría con un m= -1
Cuídate maestro!
Gran artículo, como Francisco, si las personas de la organización son las adecuadas, we can ¡¡¡¡
Tú eres el principal «culpable» del post. Has demostrado y demuestras día a día lo que yo he intentado explicar con números 😉
Genial Carlos, precisamente esta semana veía y compartía este vídeo de Dan Pink en la red. Me parece algo extraordinario, emprendedor e innovador.