El proceso electoral en EEUU ya está en marcha y las encuestas vaticinan la victoria del demócrata Obama. Particularmente yo me espero cualquier cosa, visto lo sucedido años anteriores, pero lo que sí es cierto es que el mundo necesita hacer las cosas de forma diferente. Esta ilusión se ha convertido ya en una necesidad, y para muchos, Obama representa ese líder con ganas de impulsar un cambio en la forma de hacer las cosas. El tiempo nos dirá si detrás de este previsible nuevo presidente americano, hay un líderazgo valiente y decidido a empezar a resolver de raiz los problemasde EEUU y, del mundo, o si todo queda en un espectáculo político.
Se dice que la participación será de las más altas, y eso siempre es muy bueno. La verdad, es que el sistema de votación americano, y el anglosajón en particular, es muy diferente al español, por ejemplo, pero salvando las diferencias, lo que más aprecio de EEUU es la fuerza que el sistema otorga a su presidente, desde el punto de vista del liderazgo público. Por encima de todo, el presidente de EEUU es el líder de los EEUU. Desde la distancia, siempre lo he visto muy claro, y en ello veo una importante ventaja para poder llevar a cabo ambiciosos planes de innovación, cambio y desarrollo social (ojo!! para nada EEUU es un ejemplo a seguir en algunos de estos temas). Pero no podemos negar que con esa filosofía, EEUU se ha convertido en la potencia económica mundial. Lo lamentable de esto es que, toda esta fuerza, usada para dominar, manipular y explotar, genera una destrucción brutal.
Europa aquí tiene mucho que mejorar. Hemos conseguido unidad económica, pero no política, y esto genera en momentos de incertidumbre un efecto parálisis que acrecenta la desconfianza en los gestores públicos. Lo hemos visto en esta crisis financiera, donde Europa parecía desorientada. Durao Barroso, como presidente de la Comisión Europea, salía en escena, pero sin la legitimidad ni la fuerza del presidente EEUU. Han tenido que ser Merkel y N. Sarkozy los que tomaron las riendas y el liderazgo público en Europa frente a la crisis financiera. Una pena, porque un liderazgo europeo fuerte combinado con la rica diversidad de naciones sería muy bueno para el mundo.
De todas formas, leyendo el comunicado oficial de N. Sarkozy repecto a la crisis financiera, yo me he quedado tranquilo porque he visto un político hablando con claridad y responsabilidad (nunca me imaginé que diría esto de Sarkozy ;-)). Os dejo el mensaje porque me parece muy interesante desde el punto de vista político, y desde el finaciero, me gusta la globalidad, aunque criticaría excesivas ganas de intervenir, pero bueno, viniendo de un dirigente de la derecha francesa…
